Naval-Abizanda
La ruta que proponemos justifica el conocido lema “Huesca, la magia”. Recorreremos territorios tradicionalmente sensibles a pócimas secretas, recelosos de las noches de luna llena y atentos a los presagios de los druidas. Enlazaremos dos localidades prepirenaicas que por sí solas merecen una visita. Naval, con un interesante patrimonio artístico y un cuidado casco urbano, destaca por su alfarería y por sus tradicionales salinas, hoy transformadas en piscinas de agua salada para el disfrute de veraneantes. En Abizanda llaman la atención su imponente torreón medieval, visible desde la distancia, su Casa de los Títeres, con programación a lo largo de todo el año vertebrada por los Titiriteros de Binéfar, y su museo de creencias y religiosidad popular, sorprendente memoria de amuletos, sortilegios y fórmulas mágicas de los brujos que durante siglos ofrecieron sus servicios en el Alto Aragón.