En la mañana del domingo día 16 de septiembre se disputó esta prueba veterana y una de las citas con más historia de las carreras por montaña de Aragón. Situación preocupante la de esta carrera a día de hoy ya que cada año pierde corredores seguramente por la cantidad de carreras del calendario, las fechas, etc. Esperemos que siga viva los próximos años deleitándonos con su bonito recorrido por los alrededores de Sabiñanigo.  
La prueba consta de 38 km y y 2200 metros de desnivel positivo. Recorre la sierra de San Pedro, por toda sus cresta, lugar precioso, con vistas excepcionales hacia todos los rincones de Guara al sur, Peña Cancías al este y el macizo de Oturia al norte  para a continuación descender hasta vadear el río Basa, pasar por Osán y buscar la subida a la plana de Oturia y su ermita  por San Román. Directamente, sin perderlo de vista al fondo, tomar la subida al techo de la carrera, coronando el Oturia, con sus 1921m, donde se contempla desde el Pirineo navarro hasta el Posets y gran parte del Sobrarbe con una panorámica de todo el Pirineo Central. Una vez se coge algo de aliento en su cumbre, bajada directa a enganchar la larga, bonita y húmeda bajada a Satué. Desde allí, quedan unos 10 kilómetros durísimos rompepiernas volviendo otra vez a Osan, cruzando el río Basa, atravesando las famosas margas que aparecen por el entorno y 3 kilómetros antes de llegar a Sabiñanigo hacer otra subida hacia San Pedro y quitarte las últimas fuerzas que te puedan quedar. Finalmente enfilar la larga entrada de asfalto hasta las instalaciones de Pirenarium.
Y que orgullo que un CAU se lleve la victoria de la prueba en el 2018. Jorge Silva dominó de principio a fin aunque en el último kilómetro el gran Sergio Cazarro se le echaba encima recortando una diferencia de más de 5 minutos en los últimos kilómetros. Jorge, tuvo claro desde un principio que sus rivales eran Sergio y Guillermo Narvión, grandes conocedores de la prueba, corredores que han competido con la selección de Aragón varios años disputando pruebas de Copa España y con amplia experiencia. Si iba con ellos, tenía las de perder ya que la carrera iría muchísimo más rápida en cuanto pasaran los kilómetros así que Jorge lanzó la carrera confiando en su buen estado de forma ya por la cresta de San Pedro y fue ampliando su ventaja para llegar a la cima de Oturia con una gran diferencia que supo gestionar hasta el kilómetro 33 en el que empezó una carrera contra sí mismo, debido al calor y el fuerte ritmo hasta entonces. Así fue, mientras el cuerpo le iba fallando sus rivales seguían constantes. Finalmente, hubo final feliz y con un discreto tiempo de 4 horas y 16 minutos se llevó la Puyada. Mucho esfuerzo recompensado con el cariño de la gente y la satisfacción de lograr metas que muchas veces parecen inalcanzables
¡Enhorabuena Jorge!